► Historia del día Nacional de la Salsa
El
Día Nacional de la Salsa es el evento más relevante del género salsero en
Puerto Rico. Su creador y fundador, Pedro Arroyo, tuvo la visión de ir
transformando este espectáculo en una tradición que año tras año cobra más
vigencia en fanáticos de la isla y en el mundo entero. Ya son tres décadas las
que han reunido a personalidades del ámbito musical, para ofrecer por espacio
de varias horas la reunión salsera más esperada entre los melómanos.
Es un placer recordar el primer Día Nacional de la Salsa en el
Estadio Pepito Bonano en Guaynabo, Puerto Rico. Ante miles de seguidores que
jamás pensaron que este inicial encuentro marcaría para siempre parte de lo que
nos define como cultura, y que con el paso del tiempo, sería la plataforma que
internacionalmente representaría a grandes talentos del patio. En el 1984 le
dedicaron al “Sonero Mayor”, Ismael Rivera, junto a un selecto grupo de
orquestas, un día para recordar eternamente. Entre estas bandas se encuentran
Pedro Conga & La Internacional, Orquesta Mulenze, Sonora Ponceña y Eddie
Palmieri y su orquesta entre muchas otras. Hasta el género del merengue fue
representado por Jossie Esteban y La Patrulla 15 demostrando que la música
tropical gustaba, unía y era símbolo de hermandad.
Algunos de los inmortales de nuestro pentagrama musical han sido
honrados con homenajes y dedicatorias en los días nacionales como: Tito Puente,
Santos Colón, Tito Rodríguez (homenaje póstumo), Héctor Lavoe, Celia Cruz, Tite
Curet Alonso, Mario Ortiz, Juancito Torres, Ray Barreto, Jerry Masucci,
(homenaje póstumo), Rafael Cortijo (homenaje póstumo) Tommy Olivencia, Charlie
Palmieri (homenaje póstumo), Manny Oquendo, Ángel Luis Córdova “Paleco” y
Frankie Ruiz (homenaje póstumo) entre otros. En estos 31 años este histórico
acontecimiento ha rendido tributo a grandes compositores como: Gloria González,
Roberto Angleró, Ramón Rodríguez y Johnny Ortiz extendiendo el agradecimiento a
los que aportan con sus letras la magia de la creatividad. Personalidades y
relevantes músicos trompetistas, arreglistas, y productores musicales como
Rafael Viera, Héctor Maysonave y Jerry Masucci también han recibido ese
merecido reconocimiento.
En las últimas ediciones el Día Nacional de la Salsa ha integrado
excelentes coreografías por cuerpos de baile dirigidos por grandes maestros y
bailarines profesionales aportando un toque diferente y refrescante. La magia
de la tecnología también ha hecho posibles hermosos recuerdos de los grandes
exponentes que ya no se encuentran en vida, y a través de la proyección de
visuales todos los presentes se han beneficiado de las aportaciones que los
pioneros cultivaron en sus épocas de gloria. Adicional a estas innovaciones,
diferentes grupos juveniles y orquestas representando las nuevas generaciones
salseras han tenido la oportunidad de presentar sus propuestas musicales para
beneficio y preservación del género.
El Día Nacional de la Salsa ya es más que un encuentro de
grandes agrupaciones: personas de todas las esferas sociales separan esta fecha
para reencontrarse con su clase graduanda, con familiares que no tienen la
oportunidad de visitar por la distancia, saludar a compañeros y ex compañeros
de trabajo, amigos y hasta muchas de las parejas que se han conocido bailando,
se han enamorado llegando al altar y celebrando la boda en el mismo estadio.
Este evento marca el precedente de reunir a varias generaciones de familiares
que en sus comienzos asistieron siendo adolescentes, y en la actualidad vienen
acompañados por padres, hijos y nietos. La familia salsera ha crecido y
continúa apoyando a esta fiesta de pueblo que se ha caracterizado por una gran
asistencia dentro y fuera del complejo a celebrar. Muchas personas madrugan
para encontrar el lugar idóneo en el estacionamiento, el cual se convertirá en
su estadía temporera en lo que finaliza otra edición esperada, y rodeados de
mucha cordialidad cocinan, juegan dominó, celebran cumpleaños, aniversarios,
bailan y se benefician de la extensa gama de artesanías y artículos de todo
tipo que exhiben vendedores exaltando a grandes salseros y el orgullo de ser
puertorriqueño.
Esta histórica reunión une a personas de muchos países
fomentando una interacción de intercambio de culturas en todos los niveles. El
comportamiento que posee el pueblo salsero ha quedado demostrado en tres
décadas sin incidentes que lamentar. Muchos de los presentes traen a todos los
miembros de la familia, y sentados en armonía comparten y disfrutan además de
ser testigos y formar parte en la historia que se hilvana año tras año para el
mes de marzo tradicionalmente. Sabemos de testimonios que aseguran estar
ahorrando todo el año para decir presente al evento aunque sea a lo único que
asistan. Coleccionistas hacen su agosto presentando diferentes discografías de
salseros en varios formatos no dejando morir así esto que nos une como idioma
universal.
Pero todo este esfuerzo que el señor Pedro Arroyo diseñó a
través de un sueño que pudo realizar no hubiese sido posible sin el respaldo
del pueblo salsero. Tan es así, que en el 1993, 1997 y 2008 le dedicaron a ese
pueblo salsero el Día Nacional de la Salsa agradeciendo lo que ellos han
convertido en el evento más significativo de la música tropical. Gracias a los
miles y miles de fanáticos que por más de treinta años han apoyado el desfile
de las mejores estrellas latinas en suelo boricua, se puede afirmar que son los
únicos héroes y protagonistas del espectáculo más esperado hasta el día de hoy.
¡Gracias pueblo salsero, sólo podemos asegurar que habrá Día Nacional para
rato!
Escrito Por: @SalsaenlaWeb
►Textos: Lexie Marie Torres
► Edición y Fotografía: By Danny Salsa
► Edición y Fotografía: By Danny Salsa
► Escríbenos: salsaenlaweb@Gmail.com